miércoles, 16 de noviembre de 2011

NOTA IV
Origen de los Latifundios
 Pese a la normatividad novohispana recopilada en las Leyes de Indias, los tres siglos de dominación española se caracterizaron por el despojo de la propiedad, la explotación y expoliación de los indígenas, y la concentración de la tierra en manos de los peninsulares. La propiedad comunal de los indios fue objeto de un permanente y sistemático despojo por parte de los conquistadores y colonizadores; al principio mediante las mercedes y repartimientos; después a través de las adjudicaciones, confirmaciones, composiciones, acciones de compraventa, remates y la usurpación violenta.
La consolidación de la hacienda como una unidad productiva eficiente sólo pudo lograrse a partir de la creación de un sistema que permitiera atraer, fijar y reponer de manera sistemática los trabajadores a su servicio. Sin embargo, también se debe tomar en cuenta que, de manera paralela, se fortalecía el espíritu señorial en los hacendados, deseosos de mostrar a familiares, amigos y socios la extensión de sus tierras y el control que ejercían sobre los cientos o miles de peones a su servicio.
 Al iniciar la vida independiente de México, los gobiernos y sus  leyes no atendieron a resolver el grave conflicto agrario que persistía ya que había comunidades que no alcanzaban a producir lo suficiente para sostener a sus habitantes y les era necesario adquirir más habitantes y les era necesario adquirir más terreno, habida cuenta que su población había crecido y estas comunidades no tenían para donde extenderse, sobre todo en la región más poblada del país, ya que en dichos lugares las referidas comunidades se encontraban rodeadas de latifundios tanto laicos como eclesiásticos.
En los primeros tiempos de la vida independiente de México no se dictaron leyes agrarias, como hubiera sido lo correcto, para resolver dicho problema, se trató de solucionar esta cuestión agraria mediante la colonización dictándose en consecuencia las leyes respectivas en esta materia. Nuestra primera constitución nada dispuso para resolver el problema agrario, se ocupó solo de la expropiación de bienes.
El siglo XIX fue tan conflictivo que la atención al campo y su desarrollo quedaron relegados, surgiendo grandes y poderosos latifundistas que no fueron lo suficientemente sensibles y generosos para hacer participar de sus utilidades a los campesinos y trabajadores. Por el contrario, lejos de alentarlos, los explotaban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario