miércoles, 16 de noviembre de 2011

NOTA V
Es bien sabido que el fenómeno político social de la Revolución Mexicana, que costó al país más de un millón de muertes, se originó ante la inequitativa distribución de la riqueza  territorial "generada en una legislación individualista, y errada por lo que hace a sus efectos en el agro."
Existen datos estadísticos que señalan que en 1910, menos de dos mil familias, esto es, solamente el 1 por ciento de la población, controlaban el 87 por ciento del territorio mexicano. Ante tal desigualdad fue que se levantaron los revolucionarios de 1910, en demanda de la restitución de tierras a sus legítimos poseedores, la dotación de tierras y aguas a quienes carecían de ellas, el reparto del latifundio y la protección del sector campesino; ideas recogidas por el artículo 27 de la Constitución de 1917, que además instituyó la coexistencia de la propiedad particular y la propiedad social representada en ejidos y comunidades; surgiendo así un nuevo orden jurídico agrario en México.

No hay comentarios:

Publicar un comentario