Quisiera empezar esta nota citando un párrafo de la parte introductoria de la doctora en derecho Martha Chávez Padrón de su libro el derecho agrario en México; todo mexicano debe sentirse orgulloso de nuestro Derecho Agrario tan vinculado a nuestra historia, desde sus bases legales insertas en el articulo 27 de la Constitución política de 1917, porque han sido algunos de los grandes logros, muy positivos, que nuestro pueblo a alcanzado tras azoradas luchas.
Los antecedentes históricos, sociológicos y políticos en México, le han dado a su Derecho Agrario, una importancia de primer orden, que se desarrolla paralelamente con su devenir social, porque intenta resolver en sus preceptos, uno de los mas delicados, complicados y antiguos problemas nacionales.
Se dice que cuando un determinado país tiene problemas por un sistema que implica injusta distribución de la tierra rural y un régimen de explotación de la misa que no compensa dicha injusticia, nos encontramos frente a un pueblo que tiene problema agrario.
En México, el pensamiento de Miguel Hidalgo, Morelos; Emiliano Zapata, Carranza y otros próceres de nuestra libertad y hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación que entre sus facultades cuenta la de interpretar a nuestra constitución, configuran nuestra doctrina agraria